Carta a Carlos Poloche.
Carlos Poloche, amigo, compañero ayer me entere que habías decidido partir por el camino que nos conduce a la inmortalidad, no se si fue tu decisión o simplemente el destino quiso que si fuera.
Recordar tu rostro, tu timidez, tu silencio al recorrer los corredores de nuestra querida Pavloskaya me llenan de melancolía.
Hoy seguro Pedro Rodríguez, Sacha, Álvaro Orozco, Carlitos Ureña por solo nombrar parte de los que sabemos tomaron el mismo rumbo que tu has tomado, estarán de fiesta, mostrándote el camino para que sea mas llevadero, de la misma forma que nos dieron la bienvenida tan pronto pisamos Moscú en busca de nuestros sueños ese maravilloso año de 1977.
Hoy la luz de nuestros compañeros que se han despedido de nosotros estarán junto a ti, para que tus miedos y tu desorientación sea más llevadera.
Hoy el idioma Ruso, será la consecuente ilusión hacia lo desconocido.
Solo puedo recordar mas de seis años que llenaron nuestras vidas de sueños, ya en 1983, nuestros caminos fueron marcados por el rumbo se la añoranza, hemos tenido que cargar con una cruz muy grande, NO SABER DE NOSOSTROS, muy a pesar del amor tan grande que nos unió eso maravillosos 6 años de convivencia, de risas, de llantos.
Hermano descasa en paz, a tus familiares nuestra solidaridad, a nuestros amigos de alma que tuvimos la oportunidad de conocerte mis respetos, no nos olvides desde la distancia Carlos.
Seguro todos los que te recordamos hemos levantado la mirada al cielo y desde aquí, las lagrimas nuestras te deben haber acompañado en tu despedida de este mundo terrenal.
Paz a tus restos.
P.D dile a nuestros hermanos que se fueron antes que tu, que estamos bien, diles a Pedro, Carlos, Álvaro y a Sacha, que nunca los hemos olvidado, que son inmortales en nuestros corazones, y que no te distraigan mucho, en la penosa tarea de ayudar a los que has dejado a sobrellevar tu repentina partida
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